Thursday, December 08, 2005

The last post...for now

Signing off.
Back in Philly looking for a reporting job in a market that is even worse than it was when I left. Also wrapping up a piece I reported in Bolivia for Mother Jones magazine. Check www.motherjones.com this winter or the magazine racks at your local bookstore this winter.
Finally, I wanted to post for the handful of Spanish-speaking readers the final assignment turned in by my older students. It's an impressive profile on La Unión Juvenil Cruceñista -- a youth group supported by Santa Cruz's political pro-autonomy movement that some have compared to Hitler Youth. This story paints a more nuanced portrait.
Please shoot me an email (andrewglazer@gmail.com) if you are interested in reprinting this assignment.

Comienzos de junio. Dos bandos, por un lado predominan las polleras, la coca y abarcas, por el otro las gorras, los jeans y las zapatillas. Se enfrentan.
En medio de humo de petardos, palos, patadas, golpes sin destino, “Corran por su vida collas de mierda”- se escuchaba a viva voz desde la garganta de un joven quien traía un escudo verde y blanco. Mientras obedientemente los oponentes corrían hacia donde pudiesen para no ser alcanzados y agredidos.
Al final, seis personas heridas como resultado de una marcha que se suponía sería pacífica.
Aquí fue que volvió a sonar y tronar la Unión Juvenil Cruceñista. ¿Pero de qué manera….?

-“¿Qué opina usted sobre la Unión Juvenil Cruceñista (UJC)?
- Son unos pobres muchachos, vagos, sin oficio y más para colmo racistas.”
Son las palabras de Mariana Maldonado, una potosina que vive hace 9 años en Santa Cruz, y así expresaba su desprecio por esta agrupación, después de los hechos ocurridos en la carretera de la Doble vía a la Guardia.
Pero esta no fue siempre la visión que se tuvo de la UJC, ya que cuando se creó en ningún momento se planteó el ir a patear collas.
“Los unionistas son los que aman a su tierra y hacen todo por dejar su nombre en alto, sin portarse como maleantes” decía Pepe Terrazas quien era un unionista de pura cepa, aunque actualmente está retirado de toda acción relacionada con esta organización sigue muy de cerca todo el desenvolvimiento de la misma.

Luego de unos momentos de cavilaciones, Pepe frunce el ceño y dice “es que no se puede pedir peras al olmo…los unionistas de mi época éramos todos de clases alta, intelectuales e incluso estábamos los más pintudos del pueblo” decía mientras se reía pícaramente. Poniéndose nuevamente serio, con una notoria desilusión en el rostro y moviendo en señal de protesta el dedo índice señalaba: “En cambio ahora no hay nadie de la clase pensante de este pueblo dirigiendo nuestra pobre unión”

1957, Santa Cruz se encontraba en una etapa de plena efervescencia cívica, con la lucha por las regalías petroleras del 11%, que no había sido cumplida hasta el momento. Con todo este contexto, 63 jóvenes se juntaron en una reunión realizada en la sala del rectorado de la Universidad Autónoma Gabriel René Moreno. Allí un joven Carlos Valverde Barbery dió toda una disertación sobre las regalías petroleras convenciendo a toda una muchachada sobre el peligro que corría la región de perder sus ingresos por el petróleo, formando así una agrupación juvenil que apoyara esta lucha. Con esto el 7 de octubre nace la Unión Juvenil Cruceñista.

De allí en adelante la UJC, ha seguido con su lucha contra el centralismo cambiando por una cuestión de contexto las formas de lucha, pero no el objetivo de la institución en sí. Cabe resaltar lo que mucha gente desconoce como por ejemplo, existe una secretaría de Cultura que tiene la responsabilidad de coordinar junto a los establecimientos educativos el promover las actividades culturales exclusivas de la región, como muestra de ello está el grupo cultural “Kerembas”, una organización artística oficial de la institución.

Por otra parte la UJC desde su fundación hasta el momento sigue apoyando y siendo apoyada por el Comité Pro Santa Cruz.

Según la secretaria actual de la UJC, Teresa Vargas dice: “nosotros dependemos del comité Pro Santa Cruz, ellos desembolsan un monto de dinero cada mes para la Unión Juvenil”. Pero pareciera que nadie conoce el destino final de ese dinero: “esa plata no pasa de la directiva… porque como es notorio al menos para esta oficina no se invierte un peso” comentaba Ricardo Calvo sentado en una simple silla blanca de plástico, en una oficina cubierta con una alfombra que en algunas partes dejaba ver el piso, con polvo en los estantes y escritorios, las ventanas no dejaban pasar ni un poco de luz por lo sucias que estaban y como resultado de esto el único decorado de la sala, un arreglo de flores que estaban marchitas desde ya hace tiempo. Teresa sentada enfrente a un computador notoriamente antiguo, simplemente asentía subiendo y bajando la cabeza, pero con los ojos y la cara demostrando mucha vergüenza.

Al final la misma Unión Juvenil no se muestra tan unida como parece, ya que existen relatos descontentos de muchas personas que están involucradas de alguna manera con esta agrupación. Este es el caso de Harold Limpias un ex integrante de la unión, que se unió a esta agrupación el 12 de junio del 2004, para la realización del Primer Cabildo por las Autonomías. Harold comenta que respeta mucho a esta institución, sobretodo a Carlos Valverde, quien es, como lo denomina “un patricio y único sobreviviente de los que pelearon en su época por las regalías del 11%”.
De baja estatura, tez morena y constitución delgada, aparentando ser solo un muchacho que no pasaba de los 17 años, impresión que cambia totalmente después de compartir con él toda su experiencia como ex miembro activo de la UJC.
“Me salí de la UJC porque no compartía muchos de los accionares de la institución”, comenta Harold.

Según él, actualmente la unión se maneja bajo un lema “Yo soy el jefe y vos te callas si no querés, palo!”, en este caso, Harold se refiere a que dentro de la Unión no existe una democracia, y que sólo los la directiva eran los que opinaban, mandaban y gozaban de todas los beneficios. “Nosostros los pelaos de barrio sólo estábamos para los bloqueos, las marchas y todas esas cosas. Por ejemplo para la toma de la Prefectura éramos nosotros los que nos moríamos de hambre, sed y frío. Mientras que los jefecitos estaban en su casa tranquilos y sólo daban la cara para la cámara.”. Al recordar esto, era notoria la rabia y decepción que sentía este ex integrante con respecto a la agrupación.

Pero hoy en día no es sólo Harold quien desaprueba los quehaceres de esta agrupación, aún más ha cambiado la percepción de la sociedad hacia esta agrupación después de aquel enfrentamiento protagonizado por la Unión y los marchistas pertenecientes al MAS y al Movimiento Sin Tierra, quienes como ciudadanos con todos sus derechos marchaban pacíficamente por la nacionalización de los Hidrocarburos y por la convocatoria a la Asamblea Constituyente.

Racistas, neonazis, xenofóbicos, fascitas, discriminadores y violentos son algunos de los calificativos que se le otorga a este movimiento juvenil.
Sobretodo los del “otro bando”, en su mayoría gente de bajos recursos y pertenecientes al occidente boliviano.
Este surgimiento de fuerzas opuestas a la derecha, que según muchos ha fracasado en el país, ha originado el nacimiento de movimientos populistas, siendo el más representativo de éstos el partido con tendencias socialistas MAS (Movimiento Al Socialismo).
Este partido y su ideología han entrado en directo conflicto con la Unión Juvenil Cruceñista y su aparentemente contraria doctrina.
Muchas y variadas son las opiniones sobre la UJC entre los militantes de este populoso partido.

En inmediaciones del mercado Abasto atiende la casa de campaña del MAS la militante Lidia Ávalos, ella es una joven cruceña de origen humilde que al ser entrevistada se sentía renuente a dar su opinión acerca de temas políticos. Sin embargo, luego de que se le pidió su sentir acerca de la Union Juvenil Cruceñista perdió su timidez y vehementemente afirmó “ellos son unos egoístas, no quieren que otras gentes vengan a Santa Cruz”, también opina que los unionistas son racistas porque –según explica Ávalos- “a los otros dos candidatos que son collas no los molestan ni los odian como a Evo Morales porque ellos tienen plata y son de cara blanca, “a Evo no lo quieren solo porque lo consideran un indio” afirma.

El candidato a diputado por este partido, Ricardo Quesada Escalante dice que él ha sido de la Unión y que todavía se considera parte de ésta, porque es camba.
“yo veo ese movimiento muy aburguesado -comenta- no los veo con el sentimiento profundo de abrir los espacios donde ellos están a la gente humilde, o sea son burgueses como el Comité Cívico, son un padre y un hijo”. Sin embargo, los valora por su actitud de las luchas por Santa Cruz ya que el luchó junto a ellos pero comenta que “ahora ya se ha aburguesado, esto desde hace uno tres años atrás”.

Compartiendo con militantes del MAS en su casa de campaña estaba el Comunicador Juan Romero. Él al ser interrumpido en su amena charla y deleitándose con un sabroso refresco emitió su comentario acerca de la Unión .Afirmando no ser militante del MAS pero si ser simpatizante de este partido, opina: “la función de la unión es represora y ellos mantienen la línea fascista que siempre han tenido, creo que tienen un pensamiento similar al de Musoulini o al de Hitler. En el cual solamente la raza aria tiene que gobernar y los morenos no..... obviamente son racistas e intolerantes y en democracia hay que respetar el pensamiento ajeno” Èl también dice estar preocupado por que hay gente que piensa de esta manera y los compara con el Ku Klux Klan. Finalizó señalando “no creo que sean grupos de poder los que auspician a la Unión , sino gente interesada en dividir al país”.

Ante esta aseveración Nino Gandarillas, ex dirigente de la UJC, comenta que en su gestión en el año 1983, se organizó la Guardia de Honores con un orden fascista, sin embargo la ideología central de la agrupación no es la misma. Dentro de la agrupación hay integrantes de toda índole social. Mario Vargas, actual integrante de la UJC desde hace dos años cuenta: “La Unión es buena, a todos los jóvenes siempre desde el principio nos enseñan que hay que trabajar y no esperar a ser viejos para empezar a hacerlo, nos enseñan los himnos, la historia, la cultura de nuestra región. Y sobretodo nos dicen que hay que ayudar en la familia, que hay que defender lo nuestro, pero sobretodo que los jóvenes somos lo primero.” Muchas de las personas que siempre han apoyado a la UJC, lo siguen haciendo, como es el caso de Mario y también Fernando Villarroel, pero ambos reconocen que esta agrupación se ha desvirtuado por la cantidad de personas de diversas clases que han ingresado últimamente y que han hecho que se pierda el objetivo de la institución.

Según la visión del Lic. Javier Villa, psicólogo, alega que el comportamiento existente en el enfrentamiento entre unionistas y campesinos fue por que... “En Santa Cruz y en Bolivia en general, el hombre tiende a ser violento, machista por naturaleza. Ahora en Santa Cruz, enfocándonos en la UJC, este comportamiento se debe a la misma cultura, ya que siempre se ha vivido con una sensación de invasión de otras culturas, idiomas, regiones, etc. Entonces como resultado se tiene una combinación entre defensa y racismo, porque el racismo existe, y en ambos lados. – comenta Villa - En aquel momento en la situación de encontrarse en un enfrentamiento, el efecto de masa lleva a que se de este tipo de actos, ya que el individuo tiende a hacer más las cosas cuando está en masa y no solo. Pero desde mi punto de vista en lo personal, todo grupo que genere violencia es negativo, lo que más bien hay que hacer es trabajar para lo positivo.”

Lamentablemente si se hace un análisis en general se puede notar de lejos que existe un alto grado de desaprobación hacia la UJC, no en el sentido de rechazo a la institución en sí, sino más bien al comportamiento de los actores integrantes, y al mal manejo que se esta haciendo de la misma.

Si la Unión Juvenil Cruceñista, con la misma cantidad de integrantes y con el mismo impulso con el que se enfrenta en luchas, se pusiese a trabajar en obras sociales, en contra de la delincuencia, por la seguridad, etc. los resultados y la percepción de la sociedad hacia la UJC serían totalmente distintos.
Se dice que “la unión hace la fuerza” pero al parecer ésta denominada Unión Juvenil Cruceñista debido a que se encuentra en un conflicto ideológico y pragmático con las emergentes fuerzas sociales, inspira poco menos que Unión.

Tuesday, November 22, 2005

The End


Better to write about the last day of school a week later, here in Ushuaia, Argentina -- the end of the world. Better to let the experience digest with the grilled short ribs and marbled beef that I've been gorging on in Argentina and to wash it down with some Mendoza red.
I met with the rector of the university, some of her aides and my direct boss, the uniquely competent director of the faculty of communications there, in an awkwardly diplomatic debriefing session. A PR flack from the university shot photos as they handed me a plaque, some UPSA pens and a mug, and thanked me for my experience. I thanked them for the opportunity of shaping (corrupting) young minds.
The PR flack then followed me to what turned out to be my last class. It was the younger first-year students who had sportingly thrown me a party a few days earlier even though I had failed a good portion of them on their midterms for not handing in a single assignment.
To the flack's embarrassment, one student was waiting for me outside the classroom with teary eyes. I had emailed her the previous night to let her know that I realized that she had plagiarized her final assignment and would likely fail the course.
In the hallway outside she denied she had committed the academic crime even after I had shown her the identical copy of the article she handed in from a Web site.
"Did they plagiarize you?" I asked.
She then asked why I had failed her the prior marking period. I responded that she hadn´t handed in a single assignment.
"You didn´t tell us those counted for our grades," she cried. The entire class was silent inside, listening to the outbrust.
I told her that I had said so about a dozen times. I suggested that she should have come to class on time once in awhile.
She stormed off.
The remaining students handed me a signed Santa Cruz flag and hugged me goodbye.
I went to my office to say goodbye to my secretary, my boss and others who had helped through the semester.
Two of my students from my evening class were there. They asked if we had class that night. I said I had hoped to say goodbye. They said they were busy with finals. I had lost them a week before when I failed a popular student for plagiarizing two major assignments. They cancelled my goodbye party and stopped showing up to class. This was their way of getting me back. I cancelled the last class and wished them both well.
I will resist drawing sweeping conclusions about the state of Bolivian higher education, a culture of corruption and victimhood, and the engraned sense of entitlement of the white elite who made up my students at La UPSA.
Instead, I will say that it was indeed rewarding to push my students and have them push me back.

Not sure how to continue with this blog now that our time in Bolivia is over. Check back every once in awhile, if you want, and I will at least post a definitive last post.

Monday, November 21, 2005

Jewdar

A student at La UPSA (where I teach) a few months back was directing me to a bookstore downtown.
"It's called Levy Libros," he said (in Spanish). He then paused for a second and said, "The owner is a Jew."
I spent the last couple of months wondering about this Jew of Santa Cruz. What brought him there? Is he religious? Where does he come from? Is he the only one (other than me)? I figured so, since it is so well-known that he is a Jew. If there were lots of Jews in Santa Cruz, I imagine it wouldn't be news. (It's kind of like the gay couple who run a bar we go to frequently, Lorca Cafe. My students all wanted to do stories on the "tipos gay" --gay guys-- from Lorca as if they were some sort of rare discovery. They were incredulous when I told them that at least one of their classmates is gay, statistically speaking.)
With two days left before we leave Santa Cruz, I experienced a nice bookend moment. I was meeting with a student activities coordinator about starting a student magazine. A man knocked at the door who looked like people I know back home. Gray curly hair, a moustache, thin, glasses, light skin. I knew deep down that I had found the Jew of Santa Cruz.
But I didn't think it was appropriate to ask him if I was right. He talked to the professor about a book fair, left a business card and walked out. While the professor answered the phone, I picked up the card and confirmed my suspicions. That I had just been in the same room as Peter Levy, the Jew of Santa Cruz.

Friday, November 18, 2005

A phrase I never thought I'd ever utter but did tonight:

"Tienes wasabe?" (We ate at a Japanese restaurant)

Thursday, November 17, 2005

More excuses for late homework

The pregnant student had unmentionable problems. "You know how hard it is to be pregnant."
A male student was feeling anxious and needed to see the university shrink.
But my favorite -- my real favorite -- is the girl who wrote a few minutes ago that "in these moments my life is a disaster. Please, I beg you...I don't want to fail your class and I know that I am bad...But please give me one more day even though I am bad...Please...Help me with this."
I gave her a three day extension.

Wednesday, November 16, 2005

Class Struggles


I caught two of my students plagiarizing. One handed in an article on student alcoholism that he claimed to write. What tipped me off was that the sentences were coherent. A search on Google revealed that he had taken a published story on student violence from the internet and changed a few words. Under interrogation, the student confessed to plagiarizing a previous assignment as well. On Tuesday a disciplinary board kicked him out of my class.
His classmate stole quotes from another published story. For this, she failed her mid-term exam.
The two each showed up to class, nonetheless, to face me off and rally their classmates.
"It was just a homework assignment," the female student, a television personality on a Bolivian extreme sports show explained. "You should fail me for the assignment, not the whole midterm."
She looked confused when I attempted to explain the seriousness of their intellectual dishonesty.
"I know people who plagiarized their thesis and copied exams, and they didn't get in trouble," was her best response.
And I believe her. Most professors, who hold other jobs, let cheaters slide because they don't want to waste time finding proof, I have been told. Many are afraid of pissing off the students' powerful parents.
So like all over Bolivia -- where protestors regularly shut down highways, cops demand handouts for "gas" and red lights are a suggestion -- there are books of clearly delineated laws at the university that go unenforced. A culture of permissiveness and corruption threatens to undermine yet another important institution.
Before walking out of class, the other student, with tears in his eyes, explained that he had done good work in the class apart from the two assignments he had plagiarized.
"It doesn't seem fair that you're failing me."

Monday, November 14, 2005

Assletics and other news


Two telling images appeared in today's El Nuevo Dia, a local newspaper:
1) A photo of a female track meet. In the right context, I suppose, it could be a progressive attempt to highlight women's sports. But the vantage that the photographer chose -- not to mention the caption and headline -- show that it's just a cheap ass shot.
2) A menacing full-page ad (threat) on the back page for the Bolivian army. I'm guessing it's a not-so-subtle reminder that there is a solution to disorder -- or the wrong presidential candidate -- should it be needed (see previous post on presidential elections).


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